No es tan difícil, si lo piensas. Puedes considerar confiar en otras personas y de paso fiar tu vida que sería lo mismo. Así que no te voy a corregir sobre si debes o no confiar más en ti, en tu capacidad como hijo de un Dios que te ha dotado y bendecido, en tu capacidad de hacer las cosas con propiedad y rectitud. Si eres de los que cree que sólo se puede confiar en Dios y ya...te equivocas, Dios te ordena que aprendas el arte de confiar más en tus habilidades creadas por su amor en tu persona. No hay diferencia en sabernos acreedores de su gracia y creer un tanto más en nosotros. Si la perdición del ser humano está precisamente en alejarse de su plena satisfacción de lo que cree. Dale un empujón a tu vida y decídete por creer, así Jesucristo no tendrá que volverte a repetir: ¿Dónde está tu fe? A lo mejor te lo pregunte, pero mientras tanto, lucha por escuchar mejor: POR TU FE HAS SIDO SANADO...no suena tan mal, ¿Verdad?
Agrégale una porción de credibilidad de tu vida sobre ti mismo, te traerá resultados inimaginables.
El monje...
sábado, 22 de septiembre de 2007
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