EL DESARME VUELVE

Piensa por un momento en esto: te quisieras sentir diferente, ver diferente, actuar diferente, pero no quieres dejar de ver la televisión, ni quieres dejar de criticar y llevar la vida de otros, no te quieres acercar si quiera a las personas que realmente son diferentes en sus vidas, parecen invisibles: pobres maltratados de la sociedad, discriminados, rechazados, alienados, personas a las que tratas con indiferencia.

No te habías dado cuenta del todo. Realmente, piensa por un momento y analiza que si de veras quisieras ser diferente, empezarías en este preciso instante a trabajar tu persona. No te pído que te maldigas por ser impaciente, desarmado o estúpido al meter tanto la pata, sólo te oriento a saberte más coherente con lo que deseas. Si de veras quieres que las personas te quieran más, aunque no te prometo nada, si quisieras que los demás vean en ti a alguien amable, simpático, confiable, respetuoso, creo entonces que deberías hacer una operacion sorpresa a tus pensamientos y emociones, decorar un poco tu hogar interno, darle cierto efecto de cariño, tranquilizarte un poco más cada día y decirle a Dios que te ayude, créeme...Solo no podrás...Te quiero, pero porque yo me quiero primero...Entiéndeme...Soy el monje.